domingo, 16 de diciembre de 2012

Acerca de la Alineación Galáctica del 21 de Diciembre


     Desde hace más de un año que venimos bombardeados, desde diferentes perspectivas, con  las distintas predicciones acerca del significado del próximo solsticio del 21 de Diciembre.

    El arco va desde los tremendistas milenaristas planteando el inminente fin de nuestro planeta o de la humanidad hasta el optimista de los cambios definitivos en la conciencia humana. Aquí el espectro también es amplio: va desde rescates en naves espaciales de otros planetas, irrupción de energías de alta frecuencia que modifican el ADN, transformaciones de la conciencia,  y cambios dimensionales.
Esta última,  en algunos casos, combina las dos variantes: tremendista-optimista planteando la destrucción del planeta y los elegidos que pasan a otra dimensión, dejando atrás a los materialistas apegados que no supieron ponerse en sintonía con los nuevos tiempos. (Esta es claramente una nueva versión del Fin de los Tiempos Iranio, con las almas oscuras fundidas y la salvación de los puros)


    Todas estas visiones se apoyan fundamentalmente en las Profecías Mayas, siendo interpretaciones modernas de ellas. Algunos astrólogos españoles se dedicaron a estudiar y a develar el verdadero significado, desde el punto astrológico, de esta Profecías. Ellos comprendieron la importancia para los Mayas del ciclo de eclipses de Venus. El último acaeció el pasado 5 de Junio.

    Tito Maciá en su ponencia del Ibérico del  2010 en Portugal, había expresado la relación del eclipse de 1874/1882 (se repite a los 8 años) con el comienzo del uso de la electricidad como fuente energética. En el mismo congreso expuse mi trabajo sobre la Revolución  Copernicana y los Puntos Galácticos (distribuido en el blog en seis partes).Conversando con él y Adela Ferrer confirmamos este cambio de valores y recursos (Venus) dado que la aceptación por la Conciencia Colectiva de la época del nuevo sistema iniciado por Copérnico se debió a la predicción exacta del eclipse de Venus de 1631 por parte de Kepler fallecido con anterioridad. El cambio de paradigma  fue reflejado sincronísticamente por el eclipse de Venus.


    El otro apoyo a todo el arco  de profecías  ha sido el alineamiento del Solsticio de Verano/Invierno (según el hemisferio) con el Centro Galáctico. Creo que por primera vez en muchos años (quizás desde la época de Kepler) un astrónomo y un astrólogo están de acuerdo en su visión acerca de un  mismo evento estelar. El astrofísico  Alejandro Gangui realizó una interesante nota acerca de los mitos apocalípticos y su relación con la astronomía[1]. Con respecto al alineamiento con el Centro Galáctico el astrofísico reza: “Sin embargo aquí hay nuevamente un problema, pues el día 21 de diciembre de 2012 el Sol no pasará por el centro galáctico, pues ese día nuestra estrella se hallará a un ángulo de al menos 6 grados del supuesto centro de nuestra galaxia”[2].

    La única diferencia es en el orbe se dará entre el Sol y el Centro Galáctico (C.G. desde ahora) en esa fecha. Dados los distintos sistemas (trópico y sidéreo) de medición, para los astrónomos el  C.G está en los comienzos de la constelación de Sagitario lindando con Escorpio. Para los astrólogos como pueden observar en la Efemérides de Michelsen, el C.G. está en 27º 1’ de Sagitario.Por lo tanto el orbe el día del solsticio sería de 3º. Algunos objetarán que desde la Astrología es un orbe aceptable. Pero desde la óptica que vengo desarrollando de la interacción de los Puntos Galácticos con el Ascendente progresado de la Era de Piscis (ASP desde ahora), estos 3 grados equivalen aproximadamente a 18 años de diferencia. Por ello el orbe máximo que he elegido es de 1º 30’ y en casos excepcionales hasta 1º 45’. Estos orbes amplios (dado que representan hasta 10 años transformados a tiempo) se basan en la lentitud de los grandes procesos culturales que representan  la interacción de estos Puntos Galácticos (los otros son el Super Centro Galáctico y el Ápex) con el ASP.  Remito al  lector a la Revolución Copernicana y los Puntos Galácticos para una mayor explicación técnica.

    Desde ambas óptica, astrológica y astronómica, coincidimos que no existe ningún tipo de alineamiento del Sol para esa fecha. Sí, como se viene repitiendo año tras año aproximadamente entre el 18 y 19 de diciembre.

    El Mandala de la Era de Piscis y  los Puntos Galácticos

    Sería interesante poder observar el trasfondo arquetípico de las profecías apocalípticas, despejadas las dos variantes fundamentales.

    La perspectiva de la interrelación de los Puntos Galácticos con el ASP se basa en el desarrollo de un Mandala de la Era  de Piscis dividido en 12 períodos de 178, 58 años aproximadamente con un total de 2143 años.  Actualmente estaríamos transitando desde 1975 el período Acuario (casa XII) de la Era de Piscis. Podemos comparar lo ocurrido en la anterior era de Aries cuando transitaba por el período. Piscis  (Casa XII)  entre el 168, 58 A.C y el 11 DC.

    Transcribiré lo expuesto en el Ibérico de Madrid 2009:En la actualidad estaríamos atravesando el período Acuario de la Era de Piscis. La explosión tecnológica, la liberación sexual, el androginismo, la ruptura de los vínculos tradicionales e incluso el intento fallido de la globalización de unificar la diversidad bajo un solo pensamiento, generando movimientos de revalorización de lo tradicional cultural (doble aspecto: lo muy nuevo o lo muy viejo acuariano) son muestras cabales de esta transición hacia la era de Acuario.

Volviendo al período Piscis de la era Ariana, el historiador Morris Berman, en su obra “Cuerpo y Espíritu”, nos muestra este pasaje al señalar los movimientos dentro del judaísmo que precedieron a la formación del Cristianismo. Berman nota la influencia helenizante, a comienzos del siglo II a.C. (final del período de Acuario), en una clase alta interesada en la asimilación, el manejo del idioma griego era fundamental para ascender en la clase social. [3] 

Esto generó una reacción entre los hasídicos (que se remontaban al 300 a.C.) quienes sostenían la observancia ritualista de la Torá conocida como Halacha, teniendo sus bases en las clases populares. 

En el 175 a.C., a finales del período Acuario, la sucesión griega llevó al poder al gobernador seléucida Antíoco IV, quien ayudado por los estratos altos de la sociedad, quería convertir a Jerusalem en una Polis griega. Para ello declaró una guerra contra el judaísmo halacha marginando de la ley  todas las ceremonias religiosas.

Los siguientes doce años se caracterizaron por una guerra de guerrillas por parte de los hasídicos [4], entre los que se destacaba Judas Macabeo, concluyendo en la instauración de un estado judío, entre el 164-163 a.C., ya en el período de Piscis (iniciado en el 168.5 aproximadamente).

A su vez alrededor del 150 a.C., los hasídicos se dividieron en dos grupos, uno separatista: los Esenios, una secta ubicada en Qumrám junto al Mar Muerto, dirigidos por un Maestro de la Virtud. El otro grupo también antigriego, los fariseos,  quienes creían que debían colaborar con el orden institucional, es decir con la situación política. Berman comenta: “Durante este tiempo surgió una versión del judaísmo que no estaba –ostensiblemente al menos- involucrada con la Halacha sino con la profecía, especialmente en su forma milenarista y apocalíptica. Muy claramente religión y política -a despecho de los esenios- estaban haciéndose inseparables.”[5]

La literatura apocalíptica tiene como característica asociar acontecimientos recientes con profecías de varios siglos atrás, y anunciar la inminencia del final de los tiempos y el juicio divino, manifestaciones asociadas al Piscis astrológico.[6]  Eliade[7] señala en el Apocalipsis de Esdras (fines del siglo I a.C.) un cambio en la literatura apocalíptica, anticipando el desarrollo posterior en el Cristianismo de la Era de Piscis. ” . Se trata de la escisión de la figura de Yahvé –influencia del dualismo iranio- con la aparición de Satán, ya no como ángel acusador (libro de Job), sino como el propio adversario de Dios. Esta escisión es mostrada sincronísticamente por los dos Peces en diferentes direcciones de la constelación, pero esto recién aparecerá con posterioridad en el propio Eón de Piscis. En el siglo II a.C., en el planisferio de Timócrates citado por Hiparco de Alejandría se presenta a la constelación con un solo pez, coincidiendo con la astrología india y babilonia.[8]

    El escenario político- económico resultante de las nuevas representaciones de la lucha entre lo moderno- tradicional (Urano- Saturno) llevándonos a la vaciedad materialista o la bipolaridad espiritual, reedita la vieja división entre Dios y Satán de la era de Piscis y anticipada en los Apocalipsis, ahogan la conciencia individual que busca salidas compensatorias por vías que el arquetipo predispone.

    Las nuevas formas apocalípticas en este período Acuario de la era de Piscis resultan de la combinación de las clásicas asociadas a Piscis con las variantes acuarianas: rescate por naves extraterrestres, energías  estelares de alta frecuencia con efectos mensurables científicamente (Urano dios del Cielo Estrellado), cambios optimistas acerca de la conciencia humana (aspecto de Urano-Acuario) como el pesimista y el miedo inminente a la destrucción. (aspecto Saturno co-regente de Acuario). Este último está expresado en forma brillante en la película de Lars  Von Trier: Melancholía , donde un planeta de este nombre impacta sobre la  Tierra, terminando con la existencia de nuestro mundo.

   Nos faltaría incluir los aspectos del ASP con el  C.G.[9], que exceden los alcances de este pequeño artículo. Sin embargo, con lo expuesto podemos observar  un menú que nos muestra la necesidad que los seres humanos tenemos de liberarnos (Urano)  de  los anillos que nos aprisionan (como los anillos de los esclavos similares a los de Saturno) y alcanzar una mejor condición. El poder integrar estas dominantes arquetípicas  a la conciencia  dará la diferencia entre aquel  que pueda aprovechar esta corrientes  o sucumbir a ellas.




[1] Gangui Alejandro, Unidos por las Estrellas: lecturas actuales de los misterios Mayas, Ñ, Revista de Cultura, Buenos Aires,  8/12/2012.
[2] Ibid., pàg. 14
[3] Este fenómeno es similar en este último período acuariano de la era de Piscis, sólo que cambia el idioma ahora es el inglés como idioma y dado que es Acuario, para pertenecer a esta clase hay que estar a tono con los últimos adelantos tecnológicos, estar en ellos da la sensación de pertenencia.
[4] Observemos el mismo trasfondo arquetípico en la actualidad, pero en el plano del pensamiento (aire Acuario) con la anulación de los grandes relatos y el establecimiento de un único discurso ideológico-económico cuya “agua de vida” renovará el mundo  y la resistencia de algunas de las civilizaciones tradicionales. También ahora en el mismo mecanismo de establecimiento de un único gran relato por parte de los gobiernos neo-populistas cercanos al autoritarismo ahogando las demás voces, reeditando el viejo mito de la castración de Urano (como medios de comunicación) por parte de Saturno (poder político), ambos regentes de Acuario.
[5] Berman M., Cuerpo y Espíritu, Cuatro Vientos, Chile, 1992, Pág. 151.
[6] Podemos notar otra similitud, esta vez teniendo en cuenta que Acuario es la casa XII cósmica de esta división del Eón de Piscis. En 1989, ante el derrumbe del imperio soviético, Francis Fukuyama escribe una versión acuariana  -racional-aérea- de la literatura apocalíptica, con su artículo:  ¿el Fin de la Historia?, convertido en libro en 1992,  donde planteaba que no había lugar para más batallas ideológicas y que la democracia liberal-capitalista era el fin del camino político-ideológico, por lo tanto el “fin de la historia” en este sentido inspirado en Hegel. En 1999, con la “Gran Ruptura” se apartará del liberalismo ortodoxo y criticará el individualismo de las democracias modernas y pondrá al cooperativismo como requisito para el desarrollo, expresando otra faceta del arquetipo Acuario. (individualismo- cooperativismo). Fukuyama (27/10/1952, Chicago, hora desconocida), se había especializado en la política exterior de la Unión Soviética y trabajaba para el departamento de Estado de USA, nació con la conjunción que marcó al movimiento comunista: Saturno-Neptuno(Acuario 1846, Manifiesto Comunista; Leo 1917, Revolucion Rusa; Libra 1953, reformas internas y cerrando en el ciclo en la XII del inicio, Capricornio 1989, caída del Muro), pero en cuadratura con Urano desde Cáncer, la conjunción de Saturno y Urano ha sido identificada por los astrólogos mundanos como la del Capitalismo. Como plantea Eliade (Mito y Realidad), el comunismo tiene como trasfondo arquetípico, el mito de la Edad Dorada donde Saturno reinaba, enriquecido por la doctrina escatológica judeo cristiana de un fin absoluto de la historia, previa derrota del Anticristo Capitalista. Predice el surgimiento de una sociedad sin clases, donde las màquinas trabajarán y el hombre se dedicará a su desarrollo cultural. Esta postura es una respuesta a Hegel y su Filosofía de la Historia, que también racionaliza el mito cristiano, cambiando la historia del reino de Dios por la del Espíritu. Fukuyama resuelve el conflicto de Hegel y Marx  con el recurso de apropiación y mutación típico en la historia de las religiones, modifica el mito y lo adapta a la visión capitalista, su propia constitución arquetípica (la cuadratura de Urano a la conjunción Saturno-Neptuno), alineado al espíritu acuariano de fin de ciclo ( XII del Eón  de Piscis) surgente lo facilitaban.
[7] Eliade M., Historia de las Creencias y de las Ideas  Religiosas, tomo II, Cristiandad, Madrid, 1978, Pág. 259/271.
[8] Chislovsky A.,  Los Puntos Galácticos, El Eón de Piscis y el Cristianismo.
[9] Remito a la Revolución Copernicana y los Puntos Galácticos para el interesado en comprender este funcionamiento y su accionar arquetípico.

1 comentario:

Gabriel Borla dijo...

muy buen artículo, excelente en su documentación, muchas gracias! un lujo para leer. una preunta: cuándo finaliza el período Acuario de la era piscis?