Desde hace más de
un año que venimos bombardeados, desde diferentes perspectivas, con las distintas predicciones acerca del
significado del próximo solsticio del 21 de Diciembre.
El arco va desde
los tremendistas milenaristas planteando el inminente fin de nuestro planeta o
de la humanidad hasta el optimista de los cambios definitivos en la conciencia
humana. Aquí el espectro también es amplio: va desde rescates en naves
espaciales de otros planetas, irrupción de energías de alta frecuencia que
modifican el ADN, transformaciones de la conciencia, y cambios dimensionales.
Esta última, en
algunos casos, combina las dos variantes: tremendista-optimista planteando la
destrucción del planeta y los elegidos que pasan a otra dimensión, dejando
atrás a los materialistas apegados que no supieron ponerse en sintonía con los
nuevos tiempos. (Esta es claramente una nueva versión del Fin de los Tiempos
Iranio, con las almas oscuras fundidas y la salvación de los puros)
Todas estas
visiones se apoyan fundamentalmente en las Profecías Mayas, siendo
interpretaciones modernas de ellas. Algunos astrólogos españoles se dedicaron a
estudiar y a develar el verdadero significado, desde el punto astrológico, de
esta Profecías. Ellos comprendieron la importancia para los Mayas del ciclo de
eclipses de Venus. El último acaeció el pasado 5 de Junio.
Tito Maciá en su
ponencia del Ibérico del 2010 en
Portugal, había expresado la relación del eclipse de 1874/1882 (se repite a los
8 años) con el comienzo del uso de la electricidad como fuente energética. En
el mismo congreso expuse mi trabajo sobre la Revolución Copernicana y los Puntos
Galácticos (distribuido en el blog en seis partes).Conversando con él y Adela
Ferrer confirmamos este cambio de valores y recursos (Venus) dado que la
aceptación por la Conciencia Colectiva
de la época del nuevo sistema iniciado por Copérnico se debió a la predicción
exacta del eclipse de Venus de 1631 por parte de Kepler fallecido con
anterioridad. El cambio de paradigma fue
reflejado sincronísticamente por el eclipse de Venus.
El otro apoyo a
todo el arco de profecías ha sido el alineamiento del Solsticio de
Verano/Invierno (según el hemisferio) con el Centro Galáctico. Creo que por
primera vez en muchos años (quizás desde la época de Kepler) un astrónomo y un
astrólogo están de acuerdo en su visión acerca de un mismo evento estelar. El astrofísico Alejandro Gangui realizó una interesante nota
acerca de los mitos apocalípticos y su relación con la astronomía[1].
Con respecto al alineamiento con el Centro Galáctico el astrofísico reza: “Sin
embargo aquí hay nuevamente un problema, pues el día 21 de diciembre de 2012 el
Sol no pasará por el centro galáctico, pues ese día nuestra estrella se hallará
a un ángulo de al menos 6 grados del supuesto centro de nuestra galaxia”[2].
La única
diferencia es en el orbe se dará entre el Sol y el Centro Galáctico (C.G. desde
ahora) en esa fecha. Dados los distintos sistemas (trópico y sidéreo) de
medición, para los astrónomos el C.G
está en los comienzos de la constelación de Sagitario lindando con Escorpio.
Para los astrólogos como pueden observar en la Efemérides de Michelsen,
el C.G. está en 27º 1’
de Sagitario.Por lo tanto el orbe el día del solsticio sería de 3º. Algunos
objetarán que desde la
Astrología es un orbe aceptable. Pero desde la óptica que
vengo desarrollando de la interacción de los Puntos Galácticos con el
Ascendente progresado de la Era
de Piscis (ASP desde ahora), estos 3 grados equivalen aproximadamente a 18 años
de diferencia. Por ello el orbe máximo que he elegido es de 1º 30’ y en casos excepcionales
hasta 1º 45’ .
Estos orbes amplios (dado que representan hasta 10 años transformados a tiempo)
se basan en la lentitud de los grandes procesos culturales que representan la interacción de estos Puntos Galácticos
(los otros son el Super Centro Galáctico y el Ápex) con el ASP. Remito al
lector a la Revolución Copernicana
y los Puntos Galácticos para una mayor explicación técnica.
Desde ambas óptica,
astrológica y astronómica, coincidimos que no existe ningún tipo de
alineamiento del Sol para esa fecha. Sí, como se viene repitiendo año tras año
aproximadamente entre el 18 y 19 de diciembre.
El Mandala de la Era de Piscis y los Puntos Galácticos
Sería interesante
poder observar el trasfondo arquetípico de las profecías apocalípticas,
despejadas las dos variantes fundamentales.
La perspectiva de
la interrelación de los Puntos Galácticos con el ASP se basa en el desarrollo
de un Mandala de la Era de Piscis dividido en 12 períodos de 178, 58
años aproximadamente con un total de 2143 años. Actualmente estaríamos transitando desde 1975
el período Acuario (casa XII) de la
Era de Piscis. Podemos comparar lo ocurrido en la anterior
era de Aries cuando transitaba por el período. Piscis (Casa XII)
entre el 168, 58 A .C
y el 11 DC.
Transcribiré lo expuesto en el Ibérico de
Madrid 2009: “En la actualidad estaríamos atravesando el
período Acuario de la Era
de Piscis. La explosión tecnológica, la liberación sexual, el androginismo, la
ruptura de los vínculos tradicionales e incluso el intento fallido de la
globalización de unificar la diversidad bajo un solo pensamiento, generando
movimientos de revalorización de lo tradicional cultural (doble aspecto: lo muy
nuevo o lo muy viejo acuariano) son muestras cabales de esta transición hacia
la era de Acuario.
Volviendo
al período Piscis de la era Ariana, el historiador Morris Berman, en su obra
“Cuerpo y Espíritu”, nos muestra este pasaje al señalar los movimientos dentro
del judaísmo que precedieron a la formación del Cristianismo. Berman nota la
influencia helenizante, a comienzos del siglo II a.C. (final del período de
Acuario), en una clase alta interesada en la asimilación, el manejo del idioma
griego era fundamental para ascender en la clase social. [3]
Esto
generó una reacción entre los hasídicos (que se remontaban al 300 a .C.) quienes sostenían
la observancia ritualista de la
Torá conocida como Halacha, teniendo sus bases en las clases
populares.
En
el 175 a .C.,
a finales del período Acuario, la sucesión griega llevó al poder al gobernador
seléucida Antíoco IV, quien ayudado por los estratos altos de la sociedad,
quería convertir a Jerusalem en una Polis griega. Para ello declaró una guerra
contra el judaísmo halacha marginando de la ley
todas las ceremonias religiosas.
Los
siguientes doce años se caracterizaron por una guerra de guerrillas por parte
de los hasídicos [4],
entre los que se destacaba Judas Macabeo, concluyendo en la instauración de un
estado judío, entre el 164-163
a .C., ya en el período de Piscis (iniciado en el 168.5
aproximadamente).
A su
vez alrededor del 150 a .C.,
los hasídicos se dividieron en dos grupos, uno separatista: los Esenios, una
secta ubicada en Qumrám junto al Mar Muerto, dirigidos por un Maestro de la Virtud. El otro grupo
también antigriego, los fariseos,
quienes creían que debían colaborar con el orden institucional, es decir
con la situación política. Berman comenta: “Durante este tiempo surgió una
versión del judaísmo que no estaba –ostensiblemente al menos- involucrada con la Halacha sino con la
profecía, especialmente en su forma milenarista y apocalíptica. Muy claramente
religión y política -a despecho de los esenios- estaban haciéndose
inseparables.”[5]
La literatura
apocalíptica tiene como característica asociar acontecimientos recientes con
profecías de varios siglos atrás, y anunciar la inminencia del final de los
tiempos y el juicio divino, manifestaciones asociadas al Piscis astrológico.[6] Eliade[7]
señala en el Apocalipsis de Esdras (fines del siglo I a.C.) un cambio en la
literatura apocalíptica, anticipando el desarrollo posterior en el Cristianismo
de la Era de
Piscis. ” . Se trata de la escisión de la figura de Yahvé –influencia del
dualismo iranio- con la aparición de Satán, ya no como ángel acusador (libro de
Job), sino como el propio adversario de Dios. Esta escisión es mostrada
sincronísticamente por los dos Peces en diferentes direcciones de la constelación,
pero esto recién aparecerá con posterioridad en el propio Eón de Piscis. En el
siglo II a.C., en el planisferio de Timócrates citado por Hiparco de Alejandría
se presenta a la constelación con un solo pez, coincidiendo con la astrología
india y babilonia.[8]
El escenario político- económico resultante
de las nuevas representaciones de la lucha entre lo moderno- tradicional
(Urano- Saturno) llevándonos a la vaciedad materialista o la bipolaridad
espiritual, reedita la vieja división entre Dios y Satán de la era de Piscis y
anticipada en los Apocalipsis, ahogan la conciencia individual que busca
salidas compensatorias por vías que el arquetipo predispone.
Las
nuevas formas apocalípticas en este período Acuario de la era de Piscis
resultan de la combinación de las clásicas asociadas a Piscis con las variantes
acuarianas: rescate por naves extraterrestres, energías estelares de alta frecuencia con efectos
mensurables científicamente (Urano dios del Cielo Estrellado), cambios
optimistas acerca de la conciencia humana (aspecto de Urano-Acuario) como el
pesimista y el miedo inminente a la destrucción. (aspecto Saturno co-regente de
Acuario). Este último está expresado en forma brillante en la película de
Lars Von Trier: Melancholía , donde un
planeta de este nombre impacta sobre la Tierra ,
terminando con la existencia de nuestro mundo.
Nos
faltaría incluir los aspectos del ASP con el
C.G.[9],
que exceden los alcances de este pequeño artículo. Sin embargo, con lo expuesto
podemos observar un menú que nos muestra
la necesidad que los seres humanos tenemos de liberarnos (Urano) de los
anillos que nos aprisionan (como los anillos de los esclavos similares a los de
Saturno) y alcanzar una mejor condición. El poder integrar estas dominantes arquetípicas a la conciencia dará la diferencia entre aquel que pueda aprovechar esta corrientes o sucumbir a ellas.
[1] Gangui
Alejandro, Unidos por las Estrellas: lecturas actuales de los misterios Mayas,
Ñ, Revista de Cultura, Buenos Aires,
8/12/2012.
[2] Ibid.,
pàg. 14
[3] Este fenómeno es
similar en este último período acuariano de la era de Piscis, sólo que cambia
el idioma ahora es el inglés como idioma y dado que es Acuario, para pertenecer
a esta clase hay que estar a tono con los últimos adelantos tecnológicos, estar
en ellos da la sensación de pertenencia.
[4] Observemos el
mismo trasfondo arquetípico en la actualidad, pero en el plano del pensamiento
(aire Acuario) con la anulación de los grandes relatos y el establecimiento de
un único discurso ideológico-económico cuya “agua de vida” renovará el
mundo y la resistencia de algunas de las
civilizaciones tradicionales. También ahora en el mismo mecanismo de
establecimiento de un único gran relato por parte de los gobiernos
neo-populistas cercanos al autoritarismo ahogando las demás voces, reeditando
el viejo mito de la castración de Urano (como medios de comunicación) por parte
de Saturno (poder político), ambos regentes de Acuario.
[5] Berman M.,
Cuerpo y Espíritu, Cuatro Vientos, Chile, 1992, Pág. 151.
[6] Podemos notar
otra similitud, esta vez teniendo en cuenta que Acuario es la casa XII cósmica
de esta división del Eón de Piscis. En 1989, ante el derrumbe del imperio
soviético, Francis Fukuyama escribe una versión acuariana -racional-aérea- de la literatura
apocalíptica, con su artículo: ¿el Fin
de la Historia ?,
convertido en libro en 1992, donde
planteaba que no había lugar para más batallas ideológicas y que la democracia
liberal-capitalista era el fin del camino político-ideológico, por lo tanto el
“fin de la historia” en este sentido inspirado en Hegel. En 1999, con la “Gran
Ruptura” se apartará del liberalismo ortodoxo y criticará el individualismo de
las democracias modernas y pondrá al cooperativismo como requisito para el
desarrollo, expresando otra faceta del arquetipo Acuario. (individualismo-
cooperativismo). Fukuyama (27/10/1952, Chicago, hora desconocida), se había
especializado en la política exterior de la Unión Soviética y
trabajaba para el departamento de Estado de USA, nació con la conjunción que
marcó al movimiento comunista: Saturno-Neptuno(Acuario 1846, Manifiesto
Comunista; Leo 1917, Revolucion Rusa; Libra 1953, reformas internas y cerrando
en el ciclo en la XII
del inicio, Capricornio 1989, caída del Muro), pero en cuadratura con Urano
desde Cáncer, la conjunción de Saturno y Urano ha sido identificada por los
astrólogos mundanos como la del Capitalismo. Como plantea Eliade (Mito y
Realidad), el comunismo tiene como trasfondo arquetípico, el mito de la Edad Dorada donde
Saturno reinaba, enriquecido por la doctrina escatológica judeo cristiana de un
fin absoluto de la historia, previa derrota del Anticristo Capitalista. Predice
el surgimiento de una sociedad sin clases, donde las màquinas trabajarán y el
hombre se dedicará a su desarrollo cultural. Esta postura es una respuesta a
Hegel y su Filosofía de la
Historia , que también racionaliza el mito cristiano,
cambiando la historia del reino de Dios por la del Espíritu. Fukuyama resuelve
el conflicto de Hegel y Marx con el
recurso de apropiación y mutación típico en la historia de las religiones,
modifica el mito y lo adapta a la visión capitalista, su propia constitución
arquetípica (la cuadratura de Urano a la conjunción Saturno-Neptuno), alineado
al espíritu acuariano de fin de ciclo ( XII del Eón de Piscis) surgente lo facilitaban.
[7] Eliade M.,
Historia de las Creencias y de las Ideas
Religiosas, tomo II, Cristiandad, Madrid, 1978, Pág. 259/271.
[8]
Chislovsky A., Los Puntos Galácticos, El
Eón de Piscis y el Cristianismo.
[9] Remito a
la Revolución Copernicana
y los Puntos Galácticos para el interesado en comprender este funcionamiento y
su accionar arquetípico.
1 comentario:
muy buen artículo, excelente en su documentación, muchas gracias! un lujo para leer. una preunta: cuándo finaliza el período Acuario de la era piscis?
Publicar un comentario