La tienda era
para los egipcios lo que ellos denominaban el “cuerpo de gloria” que rodea al
espíritu (160); también el Tabernáculo
de los judíos estaba envuelto en una tienda en el desierto, siendo su tela
hilada con pelo de cabra (Ex. 35.26). También en Siria en la actualidad las
tiendas son confeccionadas de pelo de cabra. Fátima consigue el símbolo de
conjunción, integrando todas las funciones que fue desarrollando en su
peregrinar.